Mi novia y yo siempre hemos planificado una gran cantidad de actividades juntos, sin embargo, debido a nuestras agendas apretadas apenas y coincidíamos en casa y esto realmente me afectó por mucho tiempo así que conversándolo con él decidimos tomar cartas en el asunto para que nuestra relación no se viera afectada.
Una de las soluciones en las que estuvimos de acuerdo fue tomar nuestras vacaciones al mismo tiempo y elegir un destino romántico para disfrutar de tiempo de calidad en un ambiente completamente diferente y agradable.
Se nos ocurrió reservar un viaje para Europa donde nos encargaríamos de visitar los monumentos más importantes en algunos días. Cabe la pena destacar que yo soy una persona a la que le encanta la organización mientras que mi novio es más de improvisar, pero la atención entre nosotros había crecido un poco por lo que él cedió y estuvo de acuerdo en asistir a ciertos tours guiados mientras estuviéramos allí.
Estaba muy emocionado porque llegara ese día tan importante así que decidí planear cada detalle. Por fin habían aprobado nuestras vacaciones y de forma inmediata estábamos ya en el avión muy contentos por lo que estaba sucediendo y no podía creer que escapamos de la rutina después de tanto tiempo.
Llegamos al hotel y desempacamos un poco por lo que estábamos próximos a cenar, la idea era bajar juntos al restaurante, pero mi novio decidió adelantarse para explorar un poco más alimentando su espíritu aventurero.
Cuando llegó mi turno de bajar me di cuenta de que ya había pedido algo del menú, y aunque la comida estaba deliciosa me sentí un poco molesta debido a que no me espero para tomar una decisión juntos.
Debo decir que al día siguiente seguía un poco molesta con él, pero estaba emocionada por visitar museos y otros lugares divertidos y emblemáticos de la ciudad que íbamos a visitar.
Llegamos a la primera parada y mientras la niña explicaba ay novio se disocia un poco y se apartó del grupo, la guía por supuesto llamó nuestra atención y esto me hizo molestar un poco por lo que decidí no dirigirle la palabra durante este paseo (debo admitir que para ese tiempo era un poco inmadura así que no me juzguen por como actúe).
En fin, decidí ni siquiera poner mis ojos sobre él y sentía su presencia, podía notar que estaba detrás de mí todo el tiempo.
Cuando estábamos próximos a terminar el recorrido la guía hizo un chiste respecto a las personas que se separaron del grupo por lo que sin mirar atrás llevé mi mano hacia la de mi novio y lo sujeté fuerte arrastrándolo por lo que quedaba de recorrido.
Así pasamos durante algunos minutos y llegamos por fin al final del tour cuando veo que una chica se acerca a mí y me dice: ¿podrías devolverme a mi hermano?
Resulta que estuve sujetando a un desconocido todo el tiempo y mi novio se estuvo riendo de mí durante todo el recorrido.
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